Con 14 años, Ámbar Muñoz, estudiante del Liceo Politécnico San Luis de San Miguel, ha obtenido más de dos títulos mundiales en diferentes categorías de Artes Marciales. Este año se prepara para viajar a Europa a competir en el Campeonato Mundial de Kickboxing, que tendrá su sede en Hungría.

 

Desde los 4 años, Ámbar Muñoz Salazar practica kickboxing.  Motivada por su padre y un ambiente familiar cercano a los deportes de contacto, Ámbar señala que desde el primer acercamiento se apasionó por esta disciplina. A sus cortos 8 años, tuvo la oportunidad de viajar al extranjero para representar a Chile compitiendo, «si no fuera por el deporte, no habría tenido nunca la oportunidad de conocer otros países. He estado dos veces en Brasil compitiendo”.

Respecto a lo que le ha entregado esta disciplina, comenta “antes yo era super tímida, y siento que el deporte me ha abierto muchas puertas, sobre todo el conocer varios lugares y poder expresarme. Yo creo que, si no fuera por el deporte, no estaría donde estoy, sino que seguiría en un rincón”.

También reconoce que gracias al deporte ha podido sobrellevar un difícil momento personal por el que está atravesando, la enfermedad de su abuelo. “He pasado por muchas cosas últimamente en mi vida, mi abuelo que es mi otra vida, mi otra mitad, casi se me muere. La única salida para mí ha sido el deporte que me ha acogido, si no fuera por el deporte yo no tendría ese consuelo ni la fuerza para seguir”.

 

POR EL CAMPEONATO CONTRA VIENTO Y MAREA

El año pasado, Ámbar obtuvo el primer lugar en el Campeonato Panamericano de Kickboxing que se realizó en Foz de Iguazú, Brasil. Pero su ambición no queda ahí. Este año se prepara para disputar el título mundial en Hungría. “Estoy entrenando muchísimo porque en Hungría espero obtener el primer lugar y además de eso, también estoy luchando por clasificar en el Sudamericano que se va a hacer en Chile el 2025”.

A pesar de que su entrenamiento es fundamental, no todo se limita a eso. Ámbar Muñoz y su familia se ven obligados a costear de manera personal estos viajes, lo que suma un desafío más para lograr este viaje. “Para poder financiar todos los costos que son bastante elevados, hacemos rifas, venta de comida, torta, queques, y eso lo vendemos los sábados y domingos. Por ejemplo, para viajar al mundial viene siendo algo más costoso, porque como es en Europa tengo que tener más o menos cinco millones para poder ir a competir”. 

 

MÁS ALLÁ DE LAS MEDALLAS

Cuando Ámbar imagina su futuro, sueña con poder estudiar Párvulos y trabajar con niños y niñas. “Siento que los niños dan otra energía completamente diferente, hay veces que están tan alegres y otras veces que están tan deprimidos, entonces siento que como profesora yo podría guiarlos y mostrarles muchas cosas. Me gustaría transmitirles mi felicidad a ellos y que ellos también me contagien a mí con sus emociones”.

Al final de la entrevista, Ámbar entrega un mensaje de motivación y entusiasmo para la comunidad. “Hay que ser disciplinado, tener constancia en lo que uno quiera tener en su vida, siempre estar en un buen camino porque si uno tiene constancia, disciplina y valores, uno podría llegar a ser muy exitoso en la vida”. 

 

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